Al menos 20% bajaron las ventas en el CH por capricho de Claudia Rivera
El “amurallar” el zócalo de Puebla le dio un golpe adicional al comercio establecido.
El capricho,
como lo llaman propios ciudadanos, de la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco de cerrar el
zócalo de la ciudad para remodelarlo, causó que por lo menos bajaran todavía
más las ventas del comercio establecido, hasta un 20 por ciento.
Para fortuna
del comercio poblano, señaló José Juan Ayala presidente del Consejo de
Comerciantes del Centro Histórico, la SEDATU reculó en el proyecto de
remodelación del zócalo, y solo así la alcaldesa tuvo que quitar los tablones
que impedían una libre circulación en el primer cuadro de la ciudad.
Por obvias
razones, poblanos y turistas dejaron de acudir al centro de la capital poblana,
ya que el cerrar el zócalo provocó mayor tráfico y una pésima imagen, lo que
sumado al confinamiento por la pandemia y que generó el cerrar los comercios,
dañó de manera grave la economía del sector comercial.
La edilesa Rivera Vivanco, aun cuando la obra –que no era prioritaria- fue clausurada por el Gobierno del Estado, ya que no contaba con los permisos de impacto ambiental para que se llevara a cabo, decidió cerrar el zócalo por capricho, y luego que la Sedatu decidido cancelar el proyecto, tuvo que abrir, pero el daño ya estaba hecho.
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