A 56 años de la muerte del Che Guevara
SIN LÍMITES
A 56 años de
la muerte del Che Guevara
*La camisa
reta la versión oficial de que restos están en Santa Clara, Cuba
Por Raúl
Torres Salmerón
A 56 años de
la muerte del Che Guevara en Bolivia, el portal 14Ymedio.com con sede en Cuba,
publicó el 9 de octubre de 2023, una nota sobre el libro Yo Hice la Autopsia al
Che Guevara, libro aún inédito escrito por los periodistas Leticia Montagner y
Raúl Torres Salmerón.
A
continuación el texto y las fotos de la nota que se publicó.
Con sangre y agujeros de balas, la última camisa del Che reta la versión de sus restos en Santa Clara
*Cada año, en
estas fechas, el régimen conmemora la muerte del guerrillero cubano-argentino.
JUAN IZQUIERDO, La Habana | Octubre 09, 2023
Los agujeros de las balas en la tela
ayudan a entender la cantidad y trayectoria de los 16 proyectiles que
alcanzaron a Guevara. (Raúl Torres Salmerón/Leticia Montagner García)
En el año
2017, el doctor Moisés Abraham Baptista, que realizó la autopsia de Che Guevara
tras su captura y ejecución, lanzó un desafío a las autoridades cubanas:
comprobar, a través de una prueba de ADN, que los restos encontrados por los
forenses de la Isla tres décadas atrás, en una fosa de la localidad boliviana
de Vallegrande y enterrados en Santa Clara, son, sin atisbo de duda, los del
argentino.
Como
fundamento de la comparación, Baptista ofreció a La Habana la camisa que vestía
Guevara cuando fue apresado, y que conserva la sangre y el sudor del
guerrillero, además de varios agujeros de balas. El médico conservaba la prenda
en su casa de Puebla, en México, donde vivió tras abandonar Bolivia hasta su
muerte, el pasado 2 de marzo, a los 83 años.
El Gobierno
cubano, desde luego, nunca respondió a Baptista, que antes de fallecer contó su
historia a dos periodistas mexicanos, Raúl Torres Salmerón y Leticia Montagner.
El testimonio del boliviano, además de numerosos documentos, fotografías y
artículos sobre la muerte del guerrillero, fueron recogidos por ambos autores
en Yo hice la autopsia al Che Guevara. 14ymedio tuvo acceso al libro que, siete
años después del reclamo de Baptista, permanece inédito.
Torres y
Montagner tardaron años en convencer a Baptista de contar su relato. Hombre
discreto y al tanto del delicado calibre político de la situación, mantuvo un
perfil bajo para no ser acosado por la contrainteligencia cubana. En 1997,
después de que un equipo de forenses anunciara el hallazgo de los supuestos
restos de Guevara y varios de sus compañeros, el médico decidió hablar.
Lo hizo en la
televisión mexicana y justificó su silencio "por seguridad personal y
familiar". "Ya es necesario que se sepa cómo pasaron las cosas que
viví. Ya no es un secreto", dijo. La camisa, conservada en excelente
estado por Baptista, es una pieza clave de sus argumentos. Llegó a sus manos en
1967, tras la autopsia, mientras trabajaba como director en el hospital Señor
de Malta, de Vallegrande.
Torres y
Montagner, que tuvieron acceso a la camisa, son minuciosos en su descripción.
La prenda, colocada en un perchero en la residencia de Baptista en Puebla,
huele a "sangre, sudor y pólvora", aseguran. El tejido es caqui y
tiene "dos rasgaduras grandes, una de quince y otra de ocho
centímetros". Por el agujero de las balas en la tela, también ayuda a
entender la cantidad y trayectoria de los 16 proyectiles que alcanzaron a
Guevara y cuál de ellos, según Baptista, lo ultimó.
"La
camisa tiene aún algunos cabellos rizados color castaño claro. Unos cuantos
pueden observarse en el cuello de la prenda", exponen los autores. Las
fotografías de Guevara en Bolivia sirven para constatar que esa era la ropa que
vestía cuando murió. El cadáver, que llegó a manos de Baptista en la lavandería
de su hospital, "tenía muchísima sangre en la espalda". "Al
desnudarlo para lavar el cuerpo, tenía una herida grande, rara. Pudo haber sido
lastimado con un fusil con bayoneta o una descarga muy cerrada de una carabina
automática Garand M-2", estima el médico.
Che Guevara, poco antes de su muerte, el 9 de octubre de 1967, con la camisa conservada por el doctor Abraham Baptista. (Archivo)
El número de
disparos recibidos por Guevara que Baptista declaró en sus informes de 1967
–siete en la primera autopsia y nueve en la segunda– no es correcto, y el
propio doctor ha confesado varias veces que la cifra fue "inventada".
La conclusión
de Torres y Montagner, en base al testimonio de Baptista, es la siguiente:
"Al dispararle al Che los primeros tiros, es probable que haya caído de
bruces, es decir boca abajo, y seguía vivo. Lo trataron de rematar con un
machete, una bayoneta o con una descarga cerrada de metralleta estando de
espaldas. Seguía vivo. Inmediatamente lo voltearon boca arriba y fue asesinado
por un disparo al corazón, de acuerdo a la trayectoria de la bala, y mostrada
en la camisa, de arriba hacia abajo".
Concluida la
autopsia, Baptista fue quien cortó las manos de Guevara como testimonio de que
el guerrillero había muerto, inyectó formol en el cuerpo para conservarlo y
realizó su mascarilla mortuoria, aunque no tenía los materiales apropiados para
hacerla.
Yo hice la
autopsia al Che Guevara incluye varios anexos, entre ellos los informes médicos
de Baptista, detalles sobre su salida de Bolivia rumbo a México, fotografías de
Guevara y de su camisa, un "testamento político" del doctor,
artículos de dos autores que ponen en tela de juicio que los restos del Che
estén en Santa Clara –publicados en El País y Letras Libres– y una pequeña
biografía de Tamara Bunke, una de las guerrilleras que acompañó a Guevara en su
expedición.
Hasta aquí,
el artículo publicado por el Portal 14Ymedio. En el siguiente link se puede ver
la nota original: https://www.14ymedio.com/cuba/agujeros-Che-version-Santa-Clara_0_3620637910.html
En fin, como
escribió Nicolás Guillén (Cuba, 1902-1989), en el poema Che Comandante:
No porque hayas caído
tu luz es menos alta.
Un caballo de fuego
sostiene tu escultura guerrillera
entre el viento y las nubes de la
Sierra.
No por callado eres silencio.
raultorress@hotmail.com
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