¿Te gusta irte de antro? Ten mucho cuidado
La Ibero Puebla alerta sobre el incremento de agresiones sexuales con sumisión química en San Andrés Cholula.
Este método
de abuso es usado principalmente en bares y discotecas, y sus víctimas quedan
expuestas a delitos sexuales o robo.
Sedación
rápida, pérdida de memoria, automatismo —obedecer órdenes sin oponerse—,
sequedad en la boca y la sensación de haber ingerido demasiadas bebidas
alcohólicas sin haberlo hecho. Estos son los síntomas usuales de una sumisión
química, y si los identificas mientras estás de fiesta puedes estar en peligro.
Este delito
es sumamente recurrente en los bares, discotecas y eventos masivos donde la
venta de alcohol está permitida, y se define como “el sometimiento de la
voluntad de una persona a partir de la administración de sustancias químicas.
Con frecuencia esto se realiza con el objetivo de cometer un delito; los más
frecuentes son algún tipo de abuso o violencia sexual, o bien, el robo”,
explica la Dra. Claudia Alonso González, académica de la IBERO Puebla y
especialista en temas de género.
Las drogas
más usuales son el GHB, la burundanga —también conocida como escopolamina— y
benzodiazepinas. Estas sustancias se colocan en la bebida de la víctima, que
además de los síntomas mencionados, también puede padecer dificultad
respiratoria, taquicardias, hipotensión, convulsiones, aumento en la
temperatura corporal, dificultad del movimiento y vómito.
Las
juventudes son las más expuestas a este hecho por ser el demográfico que más
frecuenta los bares y discotecas. Sin embargo, la Dra. Alonso González deja
claro que de la sumisión química solo se pueden hacer estimaciones, ya que no
existe una fuente oficial que brinde datos sobre este delito.
“Tenemos un
subregistro significativo justamente por cómo ocurre la administración de
sustancias: genera una suerte de amnesia durante muchas horas, lo que significa
que cuando la persona recobre la consciencia, puede inferir que le ocurrió algo
por el escenario en el que despierta, pero no sabe qué ocurrió. Entonces, no sabe
qué denunciar”.
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“Es un tema del que se habla muy poco, aunque es un fenómeno increíblemente frecuente en las salidas, si bien de todas las edades, afecta a las juventudes en particular”: Dra. Claudia Alonso _______________________________________________________________________
Para aquellas
víctimas que sí recuerdan los hechos también es difícil denunciar: “Normalmente
estos delitos se experimentan con mucha vergüenza, entonces queda como algo que
se quiere olvidar. Pero definitivamente necesitamos poner más atención en qué
está ocurriendo”.
Específicamente
en Puebla, la académica ha identificado una tendencia de estos delitos en la
famosa y concurrida 14 oriente en el municipio de San Andrés Cholula. Esta
calle es conocida por concentrar una gran variedad de espacios para el
encuentro social, y también por los casos de sumisión química que se dan en
gran parte de ellos.
En ese
sentido, la experta invita a las víctimas de estos delitos a que se tomen las
precauciones adecuadas para no correr peligro en momentos en los que la
diversión y la convivencia deben ser lo primordial. Acciones como salir en
grupo o evitar el consumo de bebidas preparadas cuando no se puede ver la
elaboración son medidas simples que pueden hacer la diferencia.
La Dra.
Claudia Alonso recomienda principalmente cinco cosas. La primera, es pedir que
tus bebidas alcohólicas sean abiertas frente a ti, así te asegurarás de que no
hayan sido alterada previamente. También, es necesario generar una red de
autocuidado con tu grupo de amigos, en la que, al salir, una persona quede
designada para actuar ante casos de sumisión química.
Evita perder
de vista tus bebidas y alimentos, de preferencia, termina todo antes de
levantarte de tu mesa o siempre ten contigo lo que consumas. En ese sentido,
procura no aceptar comida o bebidas que no pediste; no se pueden saber las
intenciones detrás de ese gesto, así que es mejor rechazarlo con amabilidad.
Por último,
la Dra. Alonso recomienda verificar que las botellas que se consuman cuenten
con la etiqueta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), y que
esta misma no esté alterada. Si está incompleta, tachada o modificada, es mejor
pedir otra botella u otra bebida.
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