CIMAC denuncia estigmatización y violencia contra mujeres periodistas
● La asociación civil dio a conocer la situación de asedio constante y hostigamiento que viven las mujeres periodistas por el simple hecho de ejercer su profesión.
Del 1 de
enero de 2013 al 31 de julio de 2016, la organización Comunicación e
Información de la Mujer A. C. (CIMAC) registró 248 agresiones contra
periodistas mujeres en México. Para 2022, esa cifra aumentó un 209.27%, con 519
casos. Una ola de violencia, señalamientos, descalificación y hostigamiento
asedia a las periodistas del país, según reporta el equipo de investigación.
Esto y más
fue expuesto en el informe Palabras impunes: estigmatización y violencia contra
mujeres periodistas en México 2019-2022, presentado en la IBERO Puebla. Su
redactora, Lucía Moguel Osorio, profundizó en las causas y consecuencias de la
violencia que han sufrido las periodistas en ese periodo.
“El informe tiene un objetivo, que es seguir denunciando la violencia que viven las mujeres periodistas en el país y que no solamente no ha cesado, si no ha incrementado”: Miryam Vargas.
Miryam Vargas Teutle, integrante de CIMAC y periodista en Cholollan Radio, explicó que este incremento exponencial de la violencia se da en un contexto de transición política, donde las redes sociales y otros foros de opinión pública influyen en la práctica periodística. A esto se suman expresiones del sistema patriarcal, que históricamente ha propiciado espacios periodísticos exclusivamente para los hombres.
“El
periodismo creado por mujeres surge como una respuesta a dos situaciones del
sistema patriarcal: una es que históricamente este oficio se ha designado a los
hombres. La otra es cómo los medios tradicionales representan a las mujeres,
que somos noticia como víctimas y no como una fuente de información o de
opinión”, explicó la redactora del informe Lucía Moguel.
Ana Laura
Gamboa Muñoz, académica y responsable del Observatorio de Violencia Social y de
Género (OVSG) de la IBERO Puebla, dio cuenta de este panorama con la
exacerbación de la violencia digital. Esta modalidad hace uso del acoso, hostigamiento,
y descalificación para trascender los ámbitos habituales de la violencia,
exponiendo la integridad física y mental de las periodistas.
Las
narrativas también son un aspecto importante, pues aportan a este panorama
violento. La experta aclaró que aún existen discursos que descalifican el
feminicidio y la violencia de género dentro de las redacciones, lo que vulnera
y estigmatiza el papel de la mujer dentro y fuera de los tabloides.
“El
periodismo se ha construido como una forma que pareciera ir en contra de un
proyecto de nación, y eso no es menor, porque sin duda el trabajo que se hace
intenta reivindicar el derecho de todas las personas a analizar la realidad,
acceder a la información y acercarla a la ciudadanía”, explicó Gamboa.
En cuanto a
las expresiones de violencia más frecuentes, CIMAC identificó que las
agresiones a la libertad de expresión toman el primer lugar. El bloqueo
informativo, intimidación, amenaza, hostigamiento, descrédito de la labor y
campañas de desprestigio son otras de las principales agresiones a las que,
sobre todo las reporteras, están expuestas.
En Puebla, la
intimidación, la desacreditación y el bloqueo informativo son las principales
tácticas de abuso contra mujeres del gremio periodístico. Las principales
afectadas son las reporteras que trabajan en campo, seguidas por las directoras
de medios y las fotorreporteras.
Carolina
Fernández Galindo, directora del periódico El Popular Puebla, es un vivo
testimonio de las constantes agresiones al gremio perpetradas por funcionarios
públicos. Relató la comunicadora: “En 2019 me entero de que ya se rompió la
relación con el gobierno porque me llegan tres demandas por daño moral por
publicar una columna crítica de un colega”.
La directora
recibió tres demandas por daño moral, y posteriormente fue sometida a dos
auditorías por presunto lavado de dinero. Su salud mental se vio sumamente
afectada, al igual que su economía. Sin embargo, y según comentó, las alianzas
que ha formado con otras mujeres periodistas, y la pasión que tiene por la
labor periodística, le han permitido continuar con El Popular, un diario que
lleva 13 años en pie.
Fueron claves
vínculos como los que formó con Samantha Páez, periodista y activista por los derechos
humanos de su gremio desde la Red Nacional de Periodistas. El trabajo de Páez
ha sido importante para diversas periodistas que no han encontrado apoyo en las
instancias gubernamentales.
CIMAC evaluó
el mecanismo de protección para defensores de derechos humanos y periodistas.
Los resultados demostraron la falta de voluntad política por parte del Estado
para ayudar de manera integral y sustantiva a las víctimas. Samantha Páez lo
explicó:
“Son
comisiones de papel, porque solo están en un decreto ejecutivo, solo están en
una reforma a la Ley de Procuración de Justicia de Puebla, pero no tienen
ningún actuar […] No hay una verdadera intención de los gobiernos locales de
proteger, porque si fuera su intención las instancias operarían bien y no estaría
yo hablando de esto”.
Tanto la
organización como las ponentes presentes en este informe exhortaron a la
ciudadanía a ser aliada crítica de las y los periodistas que hoy más que nunca
se ven asediados por la descalificación, la censura y las agresiones; mismas
que han cobrado la vida de cinco mujeres periodistas de 2019 a 2022.
“No es
normal, no tendría por qué ser aceptable. Por otra parte, esto es parte de algo
mucho más grande: la desigualdad estructural está en contra de nosotras, [pero
eso] nos permite empezar a posicionarnos, no solo como periodistas, sino como
periodistas feministas”, comentó la activista Samantha Páez.
Consulta el informe aquí: https://cimac.org.mx/2022/11/18/palabras-impunes-estigmatizacion-y-violencia-contra-mujeres-periodistas-2019-2022/
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