Sofía Pérez, la joven activista que cursó la prepa en su tiempo libre
Con apenas 18 años, la egresada de la Prepa IBERO Puebla aspira a convertirse en un referente de su generación y a poner a México en la agenda internacional para el cambio social.
“Nos han
enseñado que no podemos volar, que no podemos aspirar a algo mejor”. Esta es la
forma en la que Sofía Pérez Bazán, recién egresada de la Prepa IBERO Puebla,
explica lo que denomina la ‘crisis de corazón’ que atraviesa nuestro país.
Dicha categoría fue incluida en el ensayo que la hizo acreedora del Premio
Municipal de la Juventud 2022 en la categoría “Aportación a la Cultura Política
y a la Democracia”.
En
apariencia, Sofía es una chica ordinaria: fan de The Killers, corredora, yogui
y amante de las películas; de las series no, porque se engancha y hace
maratones hasta el amanecer. Sin embargo, su energía e intereses delatan que es
una inconforme empedernida. Basta con preguntarle el título del libro que
descansa en su mesa de noche: Nuestros cuerpos, sus batallas (Christina Lamb,
2022), un texto que explora la violencia sexual como arma de guerra.
Según
platica, la Prepa IBERO Puebla le inculcó el espíritu de ser para los demás, lo
que la motivó a orientar su preparación profesional hacia el servicio a la
sociedad. Se sintió particularmente atraída por el Modelo de las Naciones
Unidas, actividad estelar en el calendario escolar en la que los estudiantes
buscan soluciones a las problemáticas de diferentes países desde la
interculturalidad.
El foro la
acercó a la posibilidad de ser embajadora de México en espacios
internacionales. “Para eso debes conocer al país y amarlo”, explica. La joven
se siente orgullosa de ser mexicana, pero su principal motivación es la
posibilidad de mejorar las condiciones de vida de las personas.
Para aspirar
al premio otorgado por el Ayuntamiento de Puebla, Sofía envió una copia de su
currículum, mismo que es bastante robusto para su corta edad. La joven forma
parte de la Red Mundial de Jóvenes Políticos, donde funge como coordinadora
estatal de Empoderamiento Juvenil.
También es
embajadora de sonrisas en una residencia para familias con niños en
rehabilitación, además presta sus servicios en la Fundación Majocca y en una
empresa de mercadotecnia digital. Sobre estas experiencias, reflexiona:
“Realmente sí quieren incluir a los jóvenes. Me empezaron a llamar y comencé a
involucrarme en la política”. Y remata: “Creo que voy por el camino correcto”.
Sus áreas de
interés se relacionan con la participación ciudadana de jóvenes y mujeres,
vocación que fue cultivada desde casa. “Mi mamá siempre nos ha dado libertad de
elegir lo que queramos estudiar, pero también nos da herramientas para saber
qué nos gusta”. Prueba de ello fueron los concursos de oratoria en los que
descubrió sus habilidades para hablar en público, así como decenas de
convocatorias a las que ha atendido. “Meterme en todo me ayudó”, ríe.
El modelo
pedagógico de la Prepa IBERO Puebla también contribuyó en su proceso de
autodescubrimiento. Alejandra Alpuche Vélez, subdirectora del colegio, explica
que en las clases los jóvenes reciben herramientas que les permiten encontrar
su vocación y ponerla al servicio de los demás.
“Sofía es una
joven inquieta”, comenta Alpuche Vélez, quien la define como una chica que no
se siente conforme con la realidad que la rodea. Su perfil la llevó a
involucrarse en los espacios académicos de debate y análisis crítico del
contexto, lo que encontró su epítome en el National High School Model United
Nations de Nueva York, donde expuso un posicionamiento sobre la basura
tecnológica en el espacio.
El modelo
ignaciano de la IBERO Puebla, que se extiende también a sus preparatorias,
busca formar a jóvenes competentes que cuestionen el encauce que deben tener
sus conocimientos y habilidades.
En su
análisis del contexto mexicano para aplicar al premio, la egresada de la Prepa
IBERO Puebla señala que las crisis son producto de una falta de proyectos de
vida. “Vivimos crisis sociales que nos han hecho no confiar en nadie. Siempre
es competencia cuando en realidad podemos hacer equipo”.
El testimonio
de la exalumna es visto desde las oficinas como una invitación a toda la
comunidad estudiantil a encontrar una pasión y llevarla más allá de lo
académico. “Sofía es un ejemplo de alguien que no se quedó solo en una clase o
proyecto, sino que puso su talento al servicio de los demás”, redondea la
subdirectora de la Prepa IERO Puebla.
Actualmente, Sofía Pérez Bazán busca estudiar un programa de doble titulación en ciencias sociales que combine estudios en economía y relaciones internacionales. “Me veo representando a mi país diplomáticamente, pero primero debo de involucrarme [en lo que ocurre en él] para poder representarlo”, asegura la chica amante de la música ochentera y los libros de investigación.
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