Por violencia, México reclama un punto de quiebre: Rector UPAEP
Al abrir las labores académicas del año 2022-2023 en la Universidad, el Dr. Emilio Baños Ardavín, constató que en materia de combate a la inseguridad es necesario un cambio de estrategia en el país e hizo suyas las palabras de un sacerdote jesuita: “Ya no bastan los abrazos para tapar los balazos”.
México vive
momentos convulsos que hacen necesarias propuestas muy claras que ayuden a la
construcción de una cultura de la paz, donde no sólo se exija mayor
contundencia del gobierno, sino que la sociedad asuma también un protagonismo,
señaló el Rector de la UPAEP, durante la ceremonia de Primera Cátedra y toma de
protesta del Consejo Universitario de esa institución que tuvo lugar hoy lunes
15 de agosto.
Ante miembros
de la Junta de Gobierno, autoridades y una porción representativa de la
Comunidad Universitaria reunida en el auditorio del Centro de Vinculación
UPAEP, el Dr. Baños convocó a detonar procesos de paz profundos, con propuestas
innovadoras y pertinentes y de esta manera ser la luz de la esperanza en los
momentos más oscuros.
Cuestionó a
los estudiantes y académicos sobre “¿qué significa vivir nuestra identidad
hoy?, ¿a qué realidad o a qué aspecto de ella hemos de responder?”. La
respuesta a estos cuestionamientos, continuó, se encuentra en la lógica transformadora
de la realidad.
Citó al Padre
Javier Ávila, sacerdote jesuita, al decir “son miles, miles de dolientes sin
voz que claman justicia en nuestra nación. Los abrazos ya no nos alcanzan para
cubrir los balazos”, y precisó: no se pude dejar de lado la exigencia de
justicia y paz que impera en la sociedad.
“Este México reclama un punto de quiebre. En un momento histórico donde la violencia y la polarización parecen imbatibles, los universitarios debemos abrazar la causa de la paz y poner en marcha nuevos procesos que rompan con la inercia de la indiferencia y el ensimismamiento. Hombres y mujeres valientes, que estén dispuestos a hacerse cargo de los que nadie quiere ver”, señaló.
Durante su
mensaje hizo referencia a dos figuras emblemáticas contenidas en la Encíclica
“Fratelli Tutti”, documento del Papa Francisco, del cual resaltó, por un lado,
la parábola del buen samaritano y se refirió a “una provocación” que debe
abonar a la construcción de una cultura de paz desde la realidad de los
universitarios.
La primera
figura, “el trasfondo”, explicó, remite al libro del Génesis justo al pasaje de
Caín y Abel en donde, al realizar un análisis, se puede concluir que todas las
actitudes que se tengan para con el otro son causa directa o indirecta del
deterioro que vivimos.
En cuanto a
la segunda figura, la del samaritano, mencionó que muchas veces se evita ver
las heridas que provocamos en nuestros ambientes, o “hacemos como que no vemos
a quienes nos necesitan. Y si lo llevamos a un plano más personal, muchas veces
somos nosotros mismos los que estamos heridos, y cuánto quisiéramos que alguien
se acercara, que nos arrimara el hombro”.
La
provocación -constató- se da cuando pasamos de largo, o no queremos ver el
dolor del prójimo, pues al hacerlo nos convertimos en cómplices de los
asaltantes, de los que le han provocado el daño. “No hacer nada no es opción”,
sostuvo el Rector.
“De este modo nos podemos preguntar qué rol estamos jugando en nuestra sociedad, y en especial con los que peor lo están pasando, y que no necesitamos ir muy lejos para encontrarlos: están en nuestra universidad, en la empresa, en nuestra familia, en nuestro barrio”, insistió.
Por ello,
reiteró que la verdadera alegría se da cuando se entrega lo mejor de cada uno a
los demás; cuando se vencen las comodidades, o miedos, y se sale al encuentro
de quien lo necesita.
“Ésta es la
esencia de la lógica de transformación que propone UPAEP: generar procesos de
transformación desde el ámbito personal al profesional, sumando y contagiando a
otros, poniendo en juego todo el saber, los avances tecnológicos y científicos,
e impulsar el desarrollo del mundo de la empresa, de la economía, de la cultura
y de la política en pos del bien común”, enfatizó.
Baños Ardavín
reiteró que no existe ninguna institución como la universidad para detonar
procesos de paz profundos, con propuestas innovadoras y pertinentes, desde la
centralidad de la persona; y nadie como los jóvenes universitarios para hacer
ver que sí es posible, porque lo propio de los jóvenes es la audacia y la
grandeza de miras, porque su corazón no conoce límites.
Con esta ceremonia, que fue precedida por una celebración eucarística encabezada por el Arzobispo de Puebla, Mons. Víctor Sánchez Espinosa, la UPAEP inició formalmente sus labores académicas del Periodo Otoño 2022, el cual se llevará a cabo de manera 100% presencial en todos sus Campus e instalaciones.
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