Opera de 1863 conmemoró la Batalla del 5 de mayo
SIN LÍMITES
Opera de 1863
conmemoró la Batalla del 5 de mayo
Se trató de
Pietro d’Abano del compositor mexicano Cenobio Paniagua
Por Raúl
Torres Salmerón
¿Sabía usted
que el compositor michoacano Cenobio Paniagua fue apoyado por Benito Juárez en
1863 para conmemorar con la ópera Pietro d’Abano el primer aniversario de la
Batalla de Puebla, en la que Ignacio Zaragoza doblegó a las tropas francesas?
La historia
es la siguiente:
Paniagua
pidió el apoyo de Juárez, cuyo Gobierno accedió, pero con la salvedad de que
solo podría darle 300 pesos y nada más. En el siglo XIX, el presupuesto
gubernamental contemplaba partidas extraordinarias y secretas que sirvieron en
aquella época para financiar sobre todo al ejército, pero también a la ópera.
El País aún
enfrentaba la intervención francesa y el dinero saldría de los gastos
extraordinarios del Ministerio de Gobernación.
La pieza, la
segunda ópera de Paniagua, se estrenó el 5 de mayo de 1863 en el Teatro
Nacional de la Ciudad de México, sin la presencia de Benito Juárez, pero
estuvieron los titulares de los ministerios de Gobernación y Relaciones
Exteriores, refiere Áurea Maya Alcántara, Investigadora del Centro Nacional de
Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (CENIDIM), del
Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Aquel estreno
fue pasajero, pues los apoyos se esfumaron porque ante un nuevo avance de las
tropas francesas, Juárez trasladó su gabinete a San Luis Potosí y lo último en
lo que podía pensar el Gobierno de la República itinerante era en destinar
dinero a la ópera.
Paniagua,
nacido el 30 de octubre de 1821 en Tlalpujahua, Michoacán, había ya participado,
entre 1862 y 1863, en conciertos organizados por Margarita Maza, esposa del
Presidente, para recaudar fondos para los llamados hospitales de sangre, donde
se atendía a los heridos de la guerra.
Además de
Pietro d'Abano, en la conmemoración de la Batalla de Puebla se programó una
corrida de toros y se pronunciaron discursos cívicos.
Es muy
importante esta idea de que se trabaja en favor de la nación; los mexicanos
estábamos siendo invadidos por los franceses, apunta Maya en una entrevista con
el diario Reforma.
No volvería a
haber ópera en México hasta 1864, con la llegada de Maximiliano de Habsburgo,
el efímero Emperador, quien trajo un reacomodo del mundo musical. Paniagua
sería apoyado por el Segundo Imperio. Incluso su hija Mariana, soprano, cantó
en Veracruz a la llegada de Carlota.
La compañía
de Paniagua estuvo activa en dos temporadas, en 1862 y 1863, hasta que fue
disuelta ante la imposibilidad de sostenerla. Fue la primera agrupación de
ópera del País.
En 1862,
Paniagua se dedicó a componer, dar clases y montar obras en la medida de lo
posible. Contaba entonces con un repertorio pequeño, de cuatro títulos, entre
los que Áura Maya ha podido ubicar La Traviata de Giuseppe Verdi y Lucia de
Lammermoor de Gaetano Donizett, y por supuesto, Catalina de Guisa su autoría
compuesta en 1859, considerada la primera ópera escenificada de un mexicano en
el siglo XIX, que estrenó la compañía Roncari en plena Guerra de Reforma.
En el 200
aniversario del nacimiento de Paniagua, Pietro d’Abano volvió a resonar el
sábado 30 de octubre vía Zoom debido a la pandemia con dos de sus escenas en
una transmisión especial por el canal de You Tube del CENIDIM. Participaron
también Michel Hernández, Áurea Maya, Eugenio Delgado y como moderador
Christian López-Negrete Miranda.
La acción del
drama lírico en tres actos transcurre en la época medieval, con el típico
triángulo amoroso del padre, la hija y un enamorado y con ello la lucha por el
amor al padre o la pasión.
D’Abano es un
mago de Padua, cuya hija Luisa se enamora de Arnoldo y se va con él. Un libreto
de Antonio Boni que no se sabe a ciencia cierta cómo llegó a sus manos, pero
sobre el cual también trabajó un compositor italiano Giuseppe Apolloni.
Maya explica
que, en la época, las compañías italianas traían muchos libretos y no sería
improbable que así lo hubiera conseguido. La investigadora alaba el lenguaje
musical de Paniagua en esta segunda ópera, donde ya se aprecia su madurez.
La ópera
completa, en su versión para canto y piano, es resguardada en los archivos del
CENIDIM.
En fin, como
escribió Marilina Rébora (Argentina, 1919-1999), en su poema La Música:
La música es
así, remedio de los males,
inagotable
fuente a escanciar cada día;
sosiego de
palacios, templanza de arrabales,
y placidez
del alma, armonizante guía.
raultorress@hotmail.com
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