Augusta Díaz de Rivera hace que la virgen le habla
Retórica
Alberto Rocha
Vázquez
Augusta Díaz
de Rivera hace que la virgen le habla
Como si
quisiera tapar el sol con un dedo, aplicando esa máxima de “yo tengo otros
datos”, la dirigente estatal del PAN Augusta Díaz de Rivera, pareciera avalar
los yerros que cometió, comete y seguirá cometiendo el edil Edmundo Tlatehui
Percino.
Como se diría
entre el pueblo, haciendo como que la virgen le habla, cuando ni la oye.
Y es que
propios panistas de San Andrés Cholula saben que Tlatehui lejos de cumplir con
los compromisos de campaña, de señalar las corruptelas que cometió su
antecesora Karina Pérez Popoca y de trabajar por el beneficio de los
sanandreseños, simple y llanamente está haciendo lo contrario.
De ahí que
parece sospechosa la visita de la ex regidora de Atlixco y ex diputada local
Díaz de Rivera Hernández, ya que la señal que está enviando es la de avalar los
errores que está cometiendo el munícipe sanandreseño.
Además de
otra clara señal, de visitar a Edmundo pero no a Paola Angon, de quien se sabe
no la quiere ver ni en pintura.
Es por ello
que para los blanquiazules se está entregando la elección del 2024, dado el
pésimo inicio de los alcaldes panistas del área metropolitana, Lalo Rivera, Edmundo
Tlatehui y Paola Angon, que abarcan –los municipios que mal gobiernan- una
parte importantísima del padrón electoral del estado.
En los tres
casos, no han exigido cuentas –más que a medias- de sus antecesores, no han
cumplido los compromisos de campaña y no han alcanzado las expectativas que
generaron para recuperar los espacios que tenía el partido Movimiento de
Regeneración Nacional (Morena).
Para el panismo
poblano, no se entiende porque no existe el ejercicio de la autocrítica, cuando
siempre se cuestionó desde aquel priísmo recalcitrante, del que ahora son aliados,
y que tampoco practica el partido en el poder.
¿Por qué lejos
de regresar a las bases de la política verdaderamente incluyente, de
profesionalización y de tacto, se están siguiendo los pasos de todo lo que
siempre odiaron?
¿Por qué si
están en contra del llamado “chairo” ahora son “derechairos” que ante los
señalamientos se concretan a denostar, a descalificar y hacer todo, menos
escuchar para que se den cuenta de sus errores?
Sin duda la
crisis política se está agravando, ante la llegada de alcaldes amarrados de
manos, con compromisos más allá de lo entendible y de lo legal.
Porque por si
no se acuerdan, en el caso de Taltehui, siguen abiertas las carpetas de
investigación por presuntos actos de corrupción y acoso sexual.
Con esa fragilidad difícilmente podrían hacer algo más, que obedecer a sus superiores.
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