Direcciones de Comunicación Social, corruptas e inservibles
Retórica
Alberto Rocha
Vázquez
Direcciones
de Comunicación Social, corruptas e inservibles
Unas de las
áreas que jamás se tocan (nadie sabe por qué) es la de Comunicación Social.
En cualquiera
de los tres niveles de gobierno, el área de comunicación social o Prensa, como
más se le conocía hace años, jamás es cuestionada, aun cuando se sabe que es
“una minita de oro”.
Intentos de “comunicólogos”
van y vienen en ayuntamientos, gobiernos estatales y federales, y casi nunca se
sabe cómo es que se manejaron los recursos que están etiquetados para
–precisamente- informar a los habitantes sobre las acciones de gobierno.
Ese recurso,
que muchas veces asciende a varios millones de pesos, son manejados en total
opacidad, de manera muy contradictoria, ya que lejos de informar -primero en
qué se gastan esos dineros- lo cierto es que jamás se sabe la forma en que se
aplica entre los diferentes medios de comunicación, sean grandes, medianos,
pequeños u otros que ni a medios llegan.
La mayoría de
las ocasiones, esas direcciones son ocupadas por auténticos advenedizos que lo
menos que saben es comunicar.
Vaya, la
mayoría jamás han sido ni reporteros, por lo que desconocen lo elemental para
crear un verdadero proyecto de imagen y comunicación que cumpla a cabalidad con
la función para la que es creada esa área.
En –también-
la mayoría de los casos, esos “directores de comunicación social” lo primero
que hacen es sentir que no los merece ni el piso y solo se concretan a
ningunear –obvio, a quien se los permite- sintiendo que sin ellos los
verdaderos periodistas no existen.
Incluso pasa
aun cuando algunos reporteros o algunas reporteras llegan a una dirección de
dicha área, pues es la forma idónea para sacar ahí sus traumas existenciales.
Pero, en
general, son personajes que solo buscan la sobada de oído, para que así crean
al menos por un tiempo, que nacieron para algo.
Esa verdadera
incongruencia, no solo queda en que solo los más zalameros o amigos cercanos
queden “bien parados” al menos durante ese periodo, sino que produce todo lo
contario a su función, pues se convierte en un bloqueo entre los auténticos
medios de comunicación y sus patrones.
De ahí que
cause cierta expectación, el que Eduardo Rivera Pérez, actual alcalde de
Puebla, si quiera llegar hasta las últimas consecuencias sobre el caso de Magaly
Herrera López ex coordinadora de Comunicación Social del Ayuntamiento de
Puebla, pues resulta que desvío recursos del gobierno pasado para la
campaña de la ex presidenta (su jefa) Claudia Rivera Vivanco.
Y es algo que
no lo dice Lalo Rivera, sino el Tribunal Electoral del Estado de Puebla, por lo
que el panista aseveró que habrá sanciones y que será la Contraloría Municipal
quien se encargue de sancionar a la ex funcionaria.
De ser
sancionada la ex reportera, sería un caso sui generis. Ya que nunca se ha
sancionado a un ex director de comunicación social, a pesar que –insisto- se ha
sabido de verdaderos atracos de esos personajes, que llegan con humildes
cochecitos o hasta a pie y cuando salen presumen camionetas de lujo que difícilmente
podrían pagar con sus míseros salarios.
Enhorabuena para Lalo y ojalá que de aquí en adelante se investiguen a esos arribistas intentos de comunicólogos.
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