Grave crisis laboral en los Cobaeps
Desde la llegada de Santos Alfonso Serrano Méndez a la dirección General del Colegio de Bachilleres Estado de Puebla (Cbaep), más la asignación de Moisés Guerrero en el Sindicato (sitracobp) se hecho por la borda lo logrado por la administración de José Antonio Gómez Mandujano.
Ese bloque
morenista que secuestró al Cobaep, como ha ocurrido en la mayoría de
administraciones públicas de los tres niveles de gobierno, han generado un
grave retroceso de por lo menos 15 años, principalmente en el ámbito laboral.
Así lo han
expresado para Foro Político, un nutrido grupo de maestros y trabajadores del
Colegio de Bachilleres, quienes aseguran que posterior a la ruptura política
del “Grupo Morena Cobaep” conformado por Moisés Guerrero Gutiérrez y Santos Alfonso
Serrano Méndez, la ambición de las hijas de Moisés Guerrero por obtener todo
tipo de prebendas han originado persecuciones, amenazas y malos tratos al
personal administrativo y docente.
Esta
situación sumergió a la base trabajadora en una incertidumbre diaria, por el
golpeteo de ambos grupos, quedando atrás la posibilidad de mejoras laborales.
Posteriormente
se sumó el que a partir del día 14 de enero del año pasado, con la llegada del
amigo de Melitón Lozano Pérez, secretario de Educación Estatal y en el plantel
12, Arturo Rodríguez Ballinas llegó con una actitud prepotente, violentando los
derechos de los trabajadores.
Un ejemplo,
en las vacaciones de diciembre obligaron a los trabajadores de las oficinas
centrales a cubrir el día 6 de enero, mismo que por el calendario escolar no se
debía trabajar, aunado a que no se les
retribuyó ese día económicamente.
Más aún, los
jefes de áreas, quienes no conocen nada del Colegio exigen que las secretarias
y apoyos administrativos hagan su trabajo, mientras ellos cobran, con un trato
déspota, insolente, creyéndose de una élite que goza de impunidad.
Por primera
vez en de 40 años de historia del Cobaep, más de 2300 trabajadores se quedaron sin
el pago puntual de la quincena correspondiente a la segunda semana de enero.
Situación que indudablemente provocará una mayor crisis económica entre docentes y trabajadores, sin que nadie haga nada para respaldarlos.
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