Turbios secretos en la presa de Valsequillo, revela investigación UPAEP
El Decanato de Ciencias Biológicas investiga el impacto de los microplásticos y su potencial contaminante en la cuenca del río Atoyac.
Los plásticos
se han convertido en una parte fundamental de la vida moderna desde mediados de
siglo XX, según datos de la SEMARNAT, su producción ha alcanzado más de 400
millones de toneladas anuales a nivel mundial y se estima que para 2050 será de
2,000 millones de toneladas.
Se prevé que
en 2025 existirá una tonelada de plástico por cada 3 de pescado, mientras que
actualmente 100 mil animales marinos mueren por plásticos cada año y 700
especies marinas se encuentran amenazadas por estos.
En los
últimos años, la investigación en microplásticos ha ganado considerable
atención en todo el mundo debido a su pequeño tamaño, longevidad y su papel
como vectores potenciales de compuestos hidrófobos (por ejemplo, metales y
contaminantes orgánicos) que podrían ser aditivos incorporados durante la
fabricación o adsorbidos del entorno.
Ante este
contexto, el Decanato de Ciencias Biológicas desde hace 13 años ha desarrollado
investigaciones sobre el impacto que los microplásticos pueden tener en el
medio ambiente, actualmente a cargo de la Dra. Estefanía Martínez Tavera se
está llevando a cabo la investigación titulada “Microplásticos en cuencas
hidrográficas: Presencia, origen, procesos de degradación y acumulación. Caso
de estudio: Cuenca Alto Atoyac”.
La
investigación se centra en resolver las interrogantes sobre si hay presencia de
microplásticos en las cuencas hidrográficas, qué procesos los generan, saber si
son vectores de transporte de contaminación y qué efectos tienen en la biota.
La presencia
de microplásticos en numerosos invertebrados indica que estas partículas
micro-cargadas de toxinas están entrando en la cadena alimentaria y presentan
graves riesgos para la biota, incluida la salud humana.
La
investigadora explicó que para el desarrollo de este proyecto era importante
saber si se encontraban peces dentro de la cuenca del Atoyac, la cual incluye a
la presa de Valsequillo, una de las principales en el estado de Puebla. Dentro
de esta se encontraron ejemplares de tilapia los cuales fueron examinados en
búsqueda de microplásticos y metales,
Se observó un
pobre crecimiento dadas las condiciones en las que se encuentra y se detectó la
presencia de microplásticos de poliéster, poliamida rayón y algodón; además de
metales, en mayor cantidad el hierro, cobre, zinc, azufre y arsénico y plomo
que son elementos que no deben estar presentes.
Como
resultado de esta investigación se identificó a la industria textil, así como
al agua residual como uno de los principales generadores de microplásticos en
la cuenca, los valores de plomo y zinc se encuentran muy elevados por lo que el
consumo de las especies que se desarrollan en la presa no es recomendable; en
este aspecto, Martínez Tavera destacó que en las últimas encuestas realizadas a
la población cercana a la presa se detectó que el consumo de esta especie es
poca.
Actualmente
la investigación se centrará en los patos, que comen lirio acuático de la presa
y beben de la misma para poder determinar la cantidad de presencia de
microplásticos; este proceso también se llevará a cabo en las vacas que se alimentan
en la zona.
Toda esta investigación busca revisar la salud en la cuenca, que se ha visto fuertemente vulnerada en temas de contaminación ambiental, “lo importante es saber qué de todo es lo que está causando los principales problemas para priorizarlos y trabajar sobre ellos”.
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