Claudia y Karina, morenistas o ¿esbirros morenovallistas?
Retórica
Alberto Rocha
Vázquez
Claudia y
Karina, morenistas o ¿esbirros morenovallistas?
Las señales
son múltiples. Mucho se ha dicho teóricamente y cada vez se ve más real.
Desde el
principio se dijo que Claudia Rivera Vivanco era una infiltrada del
morenovallismo, más aun cuando su primer círculo de colaboradores tienen un
pasado muy cercano al ex gobernador.
De Karina
Pérez Popoca se sabía que no era morenista de cepa, que había llegado al poder
vía Adán Xicale, debido a que no quedó de otra al ser la posición de esa alcaldía para
una mujer por la paridad de género.
Al paso del
tiempo esas teorías conspirativas han cobrado mayor relevancia.
Claudia a
pesar de jurar y perjurar ser feligresa de Andrés Manuel López Obrador, se ha
empecinado en destruir la marca Morena, al cometer yerros tan severos como
torpes.
Karina juro
hasta el cansancio meter a la cárcel por actos de corrupción –denunciados- a
Miguel Ángel Huepa, a Leoncio Paisano y a los secuaces de ambos, pero hasta el
momento solo ha sido llamarada de petate.
Claudia se ha
encargado de enemistarse con todo mundo, al grado que a estas alturas se quedó
sola para contender por una reelección que más se ve como la entrega de la
plaza.
Karina al
primero que traicionó fue a su mentor y padrino político Adán Xicale, y al ser
la alcaldesa más allegada al gobernador Miguel Barbosa, se convierte también en
alguien que solo le reza a AMLO en la iglesia, pero adora a su deidad que tiene
escondida.
Claudia,
logró la candidatura –al parecer- al venderle a los de la grey obradorista que
es enemiga acérrima de Barbosa y de Biestro, por eso optaron por imponerla
mediante un dedazo disfrazado de encuesta. Psicología inversa, dirían.
Karina tiene
ahora enfrente a Edmundo Tlatehui, quien tiene una serie de denuncias por
presunta corrupción y acoso sexual, por lo que de no aplicarle la ley, le
devolverán el poder al PAN, tal y como –se presume- acordaran con los Paisano.
Y es que la tremenda zangoloteada que le dieron a Genoveva para que reculara sobre la candidatura de
Raymundo Cuautli, reflejó el miedo que tiene ese grupo señalado por la propia
Karina Pérez.
Insisto, se dice que "ese grupito" estaban y están amenazado con ser "entambados" sino hacían lo que hicieron, bajar al único perfil que podía recuperar la plaza para Acción Nacional.
Pero eso se verá, ya que por otro lado se escucha en los pasillos del partido albiazul que Mundo Tlatehui utilizará el argumento de ser un perseguido político si
le aplican la ley, y si no se la aplican y gana el cuestionable panista, se
consumará lo que estamos señalando.
En ambos
casos existe un turbio acuerdo que los únicos que perderán son los habitantes
sanandreseños.
En el caso de Puebla Capital, si gana Lalo Rivera ganarán los poblanos, ya que el pensar en la consolidación del poder en Puebla de militantes recalcitrantes de Morena, eso si sería una gran tragedia.
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