La segunda parte de la historia de Borat Sadgiyev que no te puedes perder
La segunda parte de la historia de Borat Sadgiyev llegó. La aventuras de nuestro peculiar periodista kazajo están de vuelta tras 14 años desde la primera cinta. Y como era de esperarse, basado en la realización de la cinta predecesora, esta nueva entrega vendría cargada con una fuerte inyección de irreverencia política y cultural.
Es fácil
mencionarlo tomando en cuenta la naturaleza de la historia, pero la película y
su significado toman una dimensión totalmente diferente cuando el escenario
donde se desarrolla –Estados Unidos, precisamente– se encuentra a unos días de
comenzar su elecciones presidenciales… unas de las más importantes de la
historia.
Aunque ha
sido el protagonista en dos películas más, cabe recordar que Borat Sadgiyev
apareció por primera vez en la cinta Ali G Indahouse (2002). Esta última –también
protagonizada por el propio Sacha Baron Cohen– fue el escenario perfecto para
introducir a este singular e irreverente personaje. Así que no es descabellado
pensar que el mismo comediante que lo encarna diseña su propio multiverso.
Borat como
tal es un hombre de Kazajistán nacido en febrero de 1972. Su vida no ha sido
del todo convencional y su forma de ser está marcada por situaciones poco
¿ortodoxas? de la vida como haber sido el primer hijo de una niña de apenas
nueve años.
Cada paso que
da y cada aspecto de su existencia, está plagado de vivencias y anécdotas
raras. En ese sentido e inconscientemente, él detalla la peculiar importancia
que tiene su familia para la historia de Kazajistán: sí, se autodenomina “el
segundo mejor reportero de su país” mientras su hermana Natalya es la “cuarta
mejor prostituta de la nación”.
Pero a pesar
de ello, Borat no tiene o parece no tener afecto para con su familia.
Supuestamente, se ha casado 138 veces y tiene tres hijos… y hasta ahora sabemos
de la existencia de una hija de 15 años. Pero eso es nuevo.
Incluso
cuando se entera de la muerte de su esposa Oksana. se alegra y lo ve como un
motivo para poder conquistar a su crush estadounidense: Pamela Anderson.
Luego de una
serie de apariciones entrevistando a personas en Estados Unidos y Reino Unido
–como parte de la serie satírica Da Ali G Show durante la primera mitad de los
2000–, el momento de su misión periodística más grande llegaría en 2006 para
conocer y ofrecer un vistazo al mundo, o al menos a Kazajistán, sobre Estados
Unidos.
Junto a su
productor, Azamat Bagatov, el reportero kazajo se alistó hacia el país
norteamericano donde su conducta basada en el antisemitismo, racismo y sexismo
–aspectos normales en su país de origen– romperá diversos esquemas culturales
que tal vez no sean tan distintos en la nación que visita.
Como parte de
su documental, o mejor dicho falso documental, Borat comienza a tener contacto
con la cultura estadounidense. Así, se enamora de Pamela Anderson luego de
verla en un capítulo del popular programa de televisión Baywatch, y la que
comienza a acosar con tal de casarse con ella.
Con el tiempo
desarrolla su aventura por Estados Unidos, burlándose de movimientos sociales e
insultando a la gente de ascendencia judía que se le cruza –algo contrastante
dado que Sacha es judío–, metiéndose en un montón de broncas con las que
aprende el estilo de vida americano (como enamorarse de una prostituta
afroamericana) y llevar estas costumbres occidentales a su país de origen.
Hace 14 años,
esta comedia empapada de ironía sirvió para exponer el lado decadente de
Estados Unidos, un país que en la memoria colectiva siempre se ha visto como la
primera potencia del mundo y el lugar de origen del american dream.
¿Esta fórmula
se repite con Borat Subsequent Moviefilm? En cierto grado, pero no del todo.
Hoy, el tema sobre el que se muestra esta película son las elecciones
presidenciales en las que McDonald Trump (jiar jiar) buscará la reelección
frente a la candidatura de Joe Biden, ex vicepresidente del país durante el
gobierno de Barack Obama.
En esta
oportunidad, dicen algunos críticos, Borat proyecta todo lo que realmente es
Trump o aspira a ser. “Los dos son misóginos, racistas, apoyan el antisemitismo
y les importa una mierda la democracia. Ambos son risibles”, comenta el actor.
Entonces vale
decir que más allá de un ejercicio humorístico y satírico, Borat 2 es también
una llamada de atención: la democracia estadounidense está en juego, tal vez, y
la gente debe ir a votar. Y parece que no es un asunto al interior de una
nación, pues EUA sigue siendo la potencia más fuerte del mundo, y como tal, le
incumbe al mundo.
Incluso,
Baron Cohen se supera a sí mismo e introduce en su nuevo falso documental
cameos del vicepresidente Mike Pence y Rudy Giuliani, el abogado de Donald
Trump que ha sido expuesto en una controversia a través de esta entrega.
Para que no le
digan ni le cuenten. La hija de Borat, Tutar, se disfraza de una reportera de
corte conservador (al mero estilo de Fox News) para entrevistar a Giuliani
sobre el trabajo de Trump durante la crisis sanitaria. “Ha salvado millones de
vidas“, dice el exalcalde de Nueva York, quien accede a ir al dormitorio de la
reportera.
Y aquí viene
lo bueno: él la ayuda a quitarse el micrófono, luego se sienta en la cama para
que ella le quite el suyo. Giuliani le da unas “palmaditas” en la espalda baja
y se recuesta en la cama. Acto seguido, se mete la mano al pantalón… Tan
incómodo como lo leen. Borat entra semidesnudo a decirle que es su hija y que
es muy “vieja” para él y Giuliani huye.
Esta escena
resume perfectamente lo que es Borat en su nueva película: un cúmulo de escenas
incómodas a través de un personaje nefasto que se refleja en muchas de las
personas que reciben las bromas. Durante una semana, para que se den una idea,
Borat se fue a vivir con un par de conservadores (algunos los llamarían
rednecks) para que le digan qué piensan del coronavirus, la política, las armas
y todos esos temas que le dan a Trump algunos votos.
¿Sacha Baron
Cohen y Borat habrán de condicionar las elecciones estadounidenses con este
trabajo? Una tarea complicada, pero estamos seguros de algo. Aquellos que estén
en desacuerdo con Trump, encuentran en Borat Subsequent Moviefilm una representación
gráfica de lo que el presidente representa. Da gracia y pena ajena, a decir
verdad.
Para los
votantes de Trump, simplemente es “creepy”, innecesario y abrumador. Habrá que
ver qué sucede. Ya puedes ver Borat Subsequent Moviefilm en Amazon Prime Video.
Con
información de Sopitas
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