Diputados de Morena desaparecen 109 fideicomisos, entre ellos el Fondo de Desastres Naturales
Los que quedaron intactos son los fideicomisos de aduanas y Sedena por 100 mil millones de pesos.
Diputados de
Morena aprobaron la desaparición de 109 fideicomisos de educación, ciencia,
deporte y desastres naturales por la sombra de supuesta corrupción, pero en
cambio, mantendrán intacto un fideicomiso de aduanas con disponibilidad de 70
mil millones de pesos que ha sido señalado por la Auditoría Superior de la
Federación como discrecional y con irregularidades; también estará intacto un
fideicomiso de la Sedena para compra de armamento que cuenta con 30 mil
millones de pesos.
Este martes,
con 242 votos a favor y 178 en contra, la Cámara de Diputados extinguió el
Fondo de Desastres Naturales, el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine
(FIDECINE), y los fideicomisos que sostienen 26 centros de investigación como
el CINVESTAV o el CIDE, entre otros, y que suman 68 mil millones de pesos, que
pasarán a la Tesorería de la Federación para que Hacienda disponga de ellos y,
supuestamente, hacer frente a la pandemia de COVID y sus efectos.
Se trató del segundo intento por desaparecer fideicomisos. La primera vez, en mayo pasado, la fracción de Morena había propuesto la extinción de 44 fideicomisos que sumaban 78 mil millones de pesos. Sin embargo, esa iniciativa fue congelada tras las protestas del sector cinematográfico, encabezado por los directores Guillermo del Toro, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu para defender el Fondo de Inversión y Estímulos al Cine (Fidecine).
En esta
segunda iniciativa la fracción de Morena agregó 65 fondos que no estaban
contemplados en mayo pasado, sobre todo correspondiente a ciencia y tecnología,
y con lo que suman una bolsa de 68 mil millones de pesos.
Sin embargo,
sólo el Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del Articulo 16 De La
Ley Aduanera (FACLA) tiene en su bolsa 70 mil 360 millones de pesos, de acuerdo
con el segundo informe trimestral de Hacienda, hasta junio de 2020, cifra
superior a la totalidad de los 109 desaparecidos ayer.
Este
fideicomiso también fue respetado por el presidente Andrés Manuel López Obrador
en el decreto por el que fueron extintos otros fideicomisos el pasado 2 de
abril y, tampoco fue incluido en el listado a extinguir por la Cámara de
Diputados.
El otro
fideicomiso que no fue tocado es el Fideicomiso Público de Administración y
Pago de Equipo Militar, que hasta junio tenía 30 mil 193 millones de pesos
disponibles, según el informe trimestral de Hacienda.
En el reporte
trimestral de Hacienda, se explica que el fideicomiso tiene como objetivo, “la
adquisición de bienes tales como equipo militar, terrestre, aéreo y
refacciones; así como lo contratación de obra pública y de los servicios de
mantenimiento necesarios para dichos bienes y obras destinados a la realización
de operaciones de orden interior y seguridad nacional de carácter contingente o
urgente”.
Cabe recordar
que la Sedena ha sido una dependencia clave en la administración del presidente
Andrés Manuel López Obrador, toda vez que lo mismo se ha encargado de
transportar combustible como parte del combate al huachicol, que medicinas para
la atender la pandemia; también construye el aeropuerto en la base militar de
Santa Lucía, las sucursales del Banco del Bienestar y, ahora, también se hará
cargo de las aduanas.
El historial
de opacidad
El
Fideicomiso para Administrar la Contraprestación del Articulo 16 De La Ley
Aduanera (FACLA) es un mecanismo creado en 1992, entonces era llamado
Fideicomiso Aduanas 1 y funcionaba junto con la empresa Integradora de
Servicios Operativos (ISOSA), pero que fue modificado en 2004 para convertirse
en un fideicomiso público con el nombre actual y, que entre otras cosas, otorgó
la facultad de realizar autorizaciones al Jefe del Servicio de Administración
Tributario (SAT).
En este caso,
dicha facultad está a cargo de Raquel Buenrostro, titular del SAT, y exoficial
mayor de la Secretaría de Hacienda; una funcionaria cercana al presidente
Andrés Manuel López Obrador.
De acuerdo
con la Secretaría de Hacienda, “la creación de este fideicomiso es por ley, con
destino específico de los recursos, los cuales están totalmente comprometidos”.
Dichos recursos provienen del pago de derechos que realizan los importadores y
exportadores, como obligación del artículo 16 de la Ley Aduanera, pero no se
consideran ingresos y, por lo tanto, no se contabilizan en la Cuenta Pública.
Según el
informe trimestral, hasta junio pasado, se ejercieron recursos de este
fideicomiso en “servicios de seguridad para las instalaciones aduaneras
2019-2021, servicios de recolección, traslado y destino final de bienes de
comercio exterior y almacenamiento de bienes, entre otros”.
Sin embargo,
en las revisiones hechas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) desde
2007, se detectaron irregularidades, y señaló un quebranto por 10 mil millones
de pesos que no fueron enterados a la Tesorería de la Federación de 2001 a
2004.
De hecho, la
actual secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, incluyó este
fideicomiso como evidencia de la opacidad de los fideicomisos en sus trabajos
de investigación como académica y, justamente, es uno de los que sobrevivió.
A pesar de que la SHCP se comprometió a devolver los miles de millones de pesos que durante 12 años manejó discrecionalmente, a marzo de 2006, de los 9 mil 347.518 millones de pesos que resultaron de las observaciones de la ASF, la SHCP sólo había devuelto 2 mil 457 millones de pesos”, explicó la investigadora en un libro publicado por la Auditoría titulado “Rendición de Cuentas y Fideicomisos: El Reto de la Opacidad Financiera.
En la
revisión de 2011, la Auditoría señaló que “el SAT ejerce los recursos del FACLA
como un ‘presupuesto paralelo’”, según la auditoría financiera y de
cumplimiento número GB-084.
Además,
Hacienda “continuó determinando, de manera discrecional, que el 92.0% de los
ingresos cobrados por este concepto se destinaran al pago de contraprestaciones
y únicamente el 8.0% se concentrara en la Tesorería de la Federación como
contribución federal, lo que ha implicado que la recaudación para la Hacienda
Pública Federal sea desproporcionada”, según detectó la Auditoría.
Entre las
cosas que se compraban con dichos recursos estuvo, por ejemplo, la adquisición
de 6,300,000 formularios, por un monto de 47 millones 187 mil pesos a un precio
de 7.49 pesos por pieza, pero fue pagado a sobreprecio, toda vez que la
Auditoría comprobó a través de cotizaciones que el mismo producto podría
adquirirse por 4.92 pesos por pieza, “con lo cual se hubiera erogado un importe
de 30 millones 996 mil pesos y la segunda cotización, a un precio de 0.64 pesos
por pieza, en este caso, se hubieran ejercido 4 millones 32 mil pesos”.
El
fideicomiso referente a aduanas que sí fue desaparecido es el Fideicomiso
Programa de Mejoramiento de los Medios de Informática y control de las
Autoridades Aduaneras (FIDEMICA), con clave de registro ante Hacienda número
20020671001239, con una disponibilidad de mil 871 millones de pesos. Mientras
que el FACLA tiene clave de registro 20040630001369 y una disponibilidad de 70
mil millones de pesos.
Información Animal Político
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