La soberbia de Claudia Rivera

Retórica

 

Alberto Rocha Vázquez

 

La soberbia de Claudia Rivera

 

Jamás esperamos tanta soberbia de una autoridad municipal, menos aún de una mujer que se dice activista, que supuestamente siempre luchó por acabar con la corrupción y beneficiar a los que menos tienen.

 

Ahora sabemos que todo puede pasar, que el poder realmente puede cegar y hacer sordos a ciertos personajes que no logran controlar esa embriagues que causa ostentar un cargo público tan importante.

 

Eso es lo que le está ocurriendo a la presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco, quien en esa ceguera, no logra ver que con su caprichosa obra matará literalmente al comercio en el centro histórico de Puebla.

 

Según ella ya hizo consultas a quienes "realmente" transitan a diario por las calles que quiere destruir, para posteriormente poder gastar más de 130 millones de pesos, cuando en realidad existen miles de obras y acciones de altísima urgencia en la periferia de la capital poblana.

 

Sin duda está ciega y sorda a las verdaderas necesidades de los poblanos, ya que sin ninguna razón lógica se está aferrando a una obra que solo será de relumbrón, pues en efecto se verá movimiento, gente trabajando, pero otro lado, evitará que las personas quieran transitar para comprar en los comercios del centro histórico.

 

Solo transitarán quienes tengan que trabajar en los comercios que están luchando -solos- contra la grave crisis que dejó la contingencia sanitaria y que los obligó a su cierre parcial, pero de ahí a que los poblanos quieran pisar polvo para hacer sus compras, la verdad se escucha estúpido.

 

Dice Rivera Vivanco, como siempre, que ya hicieron consultas, pero –como siempre- no da mayores datos, solo miente a los poblanos y se burla de su inteligencia. Todo, por cumplir un capricho.

 

Habla de que hará la obra porque no tiene porqué beneficiar a unos cuantos privilegiados. Llama privilegiados a los dueños de comercios que están luchando para no cerrar y no dejar a más gente sin empleo, que han tenido que recurrir a préstamos e hipotecas para amortiguar los meses que tuvieron que cerrar.

 

¿De cuáles privilegiados habla? ¿Será de esos poblanos que perderán su trabajo por su necedad? ¿Hablará de esas familias que tendrán que buscar otra forma de obtener ingresos para comer?

 

Vaya activismo. Vaya autoridad que eligieron los poblanos.