Doger y Armenta buscan imponer a un dirigente del PRI “a modo” para que sirva a Barbosa

Un grupo de priistas envío un comunicado, en el que piden que no sea elegido dirigente estatal el ex edil “huachicolero” Néstor Camarillo.

A la base priísta en Puebla nos preocupa y nos indigna el intento de imposición al que se quiere llegar para tomar las riendas de nuestro partido de cara al proceso electoral del 2021.

Las y los priistas estamos convencidos de que debemos representar una oposición real y no simulada bajo intereses particulares.

A este destino nos llevaría Néstor Camarillo, quien ya se hace llamar el nuevo dirigente y se atreve a afirmar que es cuestión de horas cuando nuestro dirigente nacional Alejandro Moreno “Alito”, lo nombre como el nuevo líder del priismo.

Esto representaría un enorme riesgo para el destino de nuestro partido al tratarse de una marioneta que pretende controlar Javier Casique Zárate, de origen oaxaqueño e incondicional a las órdenes de Enrique Dóger.

Javier Casique es actualmente diputado local, conocido por ser uno de los menos productivos y faltista.

Estuvo por mucho tiempo disputando la coordinación de los diputados priistas, pero una vez obteniéndola, solo la ha utilizado para negociar con el gobierno en turno, simulando un tono crítico que más bien ha enviado un mensaje de entreguismo.

Se dice apoyado y respaldado por Alejandro Moreno, pero lo cierto es que no es así.

Por eso se busca confundir a la militancia y se nos dice que la designación de Néstor Camarillo es una indicación de la dirigencia nacional, cuando esta no ha tomado aún una decisión debido a la emergencia sanitaria.

Es precisamente en este momento donde esta triada ha aprovechado la crisis que vivimos para intentar engañar a los priistas una vez más.

Sin embargo construye una falacia, pues en el PRI requerimos de un perfil honesto, transparente, con experiencia, que sepa lo que significa dirigir un gran partido como el nuestro y que no busque solo beneficios para su grupo de amigos que se creen de élite o mirreyes, amparados en la impunidad.

Néstor Camarillo fiel a su estilo, abusa de la confianza de Pablo Angulo diciendo que el líder de los jóvenes del PRI es quien ya le dio “línea” para auto nombrarse presidente del CDE.

Además se pitorrea de todos aquellos que en algún momento le ofrecen su amistad. Lo mismo hará con los militantes.

Incluso asegura que Américo Zúñiga, actual delegado del CEN del PRI, es parte de este plan de imponerlo, ya que el propio Javier Casique lo propuso para llegar a Puebla como delegado, por eso puso a trabajar a Raúl Pérez Carrión en la secretaria de organización para trabajar a su favor.

Es por todos sabido que Pérez Carrión está a la órdenes de Alejandro Armenta e intenta meter al partido a gente afín a él, por ello apoya a Camarillo para que dentro del PRI haya operadores morenistas.

Néstor Camarillo quiere hacerse de la dirigencia estatal para negociar sus cuentas públicas con el gobierno del estado y entregar al priismo poblano para que favorezca a los candidatos de morena y con ello salvarse de la cárcel.

No hay que olvidar que Néstor fue presidente municipal de Quecholac, coincidentemente cuando la actividad del robo de combustibles registró su máximo nivel.

Diversas publicaciones periodísticas dan cuenta de que el “edil huachicolero” (como lo conocen en su pueblo) ayudó a los grupos criminales a expandirse por el territorio del triángulo rojo al amparo de quien en ese momento era la autoridad del municipio, donde se comprobó que era el de mayor nivel de venta de gasolina robada.

Además, fue durante su administración, apadrinada por el entonces gobernador Rafael Moreno Valle (Néstor presumía pertenecer al círculo cercano del ex mandatario), cuando se registró un enfrentamiento que derivó en la muerte de cuatro soldados y fue acusado por los habitantes de haber sido omiso.

Por esta misma razón, dejó de vivir en Quecholac, la gente lo aborrece y por eso se ha tenido que refugiar en una lujosa casa de la ciudad de Puebla.

Actualmente, la Auditoria Superior del Estado investiga un daño patrimonial por 50.5 millones de pesos que desde 2014 no ha logrado aclarar.

¿Se imaginan que el ex alcalde huachicolero una vez siendo dirigente someta a nuestro partido, las presiones de Barbosa para impulsar candidatos a modo para el actual gobierno estatal y federal?

En una jugada estratégica del gobierno del estado existe la posibilidad de que, una vez que asuma la dirigencia estatal, podría ejecutarse una orden de aprehensión que dejaría mal parado a nuestro partido.

Por otro lado, el PRI ha luchado por frenar la violencia contra las mujeres, sin embargo, Néstor Camarillo defendió abiertamente a su hermano quien ejerció maltrato contra su entonces esposa (cuñada de Camarillo Medina) a quien intentó extorsionar para que no levantara cargos contra su hermano.

Al final, quien está detrás de todo esto es Enrique Dóger porque ha ordenado a su eterno empleado Javier Casique para que se haga del control del PRI poblano y de esta forma, se garantice una vez más su candidatura a la presidencia municipal de Puebla, para que otra vez se enriquezca con su derrota.

Aunque simulen una supuesta ruptura; Doger y Casique son aliados políticos desde que el primero era rector de la BUAP.

¡No nos engañan!

Los verdaderos priistas no queremos a un dirigente corrupto, que tenga pendientes con la justicia y que una vez en el cargo, los partidos utilizarán como herramienta para desaparecer a nuestro partido.

Pedimos a la dirigencia nacional que tome una decisión sobre la o él nuevo dirigente del PRI en nuestro estado.

Éste debe ser un perfil honorable, que conozca las estructuras y que garantice imparcialidad en la asignación de candidaturas sin beneficiarse de su posición, que vele por los intereses del partido de tiempo completo y que sea capaz de tomar decisiones por él mismo sin tener que preguntar qué hacer.

Pedimos a Américo Zúñiga ayude a que esté proceso de renovación sea imparcial, que sea justo para la militancia que se ha esforzado por el PRI y que gracias a la unión ha logrado triunfos importantes. Lo convocamos a que no se deje engañar por quienes sin escrúpulos venderá a nuestro partido.

A Javier Casique a que rectifique y que se regrese a Oaxaca a imponer lo que le venga en gana pero no en Puebla. Que dedique tiempo a su inmerecida diputación donde su productividad es de la peores de toda la legislatura y nos avergüenza.

Y a la militancia les pedimos a no dejar de manifestar su inconformidad por este tipo de actos que debemos superar para ser verdaderamente la opción que la ciudadanía espera tras el fracaso de la supuesta cuarta transformación.

Si no impedimos que los dogeristas a través de Camarillo se apoderen de nuestro partido. El PRI estará a las órdenes de Barbosa y de MORENA.

Este tipo de “militantes” nos hace profundo daño.

En lugar de pensar en impulsar a Néstor Camarillo, deberíamos considerar expulsarlo.