Triunfo de Martha Erika evitó el absolutismo

Retórica
Alberto Rocha Vázquez

Si el TEPJF hubiera sesionado estando todavía Enrique Peña Nieto como presidente de la República, para decidir si anulaban o no la elección estatal, se hubiera dicho que fue un arreglo.

Pero aun cuando los magistrados decidieron por mayoría ratificar el triunfo de Martha Erika Alonso, siendo ya presidente Andrés Manuel López Obrador, se dice y se seguirá diciendo -por algunos- que fue un arreglo.

Para Luis Miguel Barbosa y sus seguidores, si pierden es porque el sistema político-electoral está podrido, pero si ganan es el mejor sistema que puede existir en el mundo entero.

Seriedad señores, pues deben darse cuenta que al desacreditar a las instituciones ponen en duda la credibilidad del presidente de la República.

Pues fue el mismo presidente que eligió no presionar a los magistrados, pues su objetivo no era para nada, quedar bien con un minúsculo grupo de personajes que llegaron a Morena, pero que no cuentan con el respaldo de los verdaderos morenistas.

Todo indica que AMLO prefirió evitar dar una muestra clara de absolutismo, dejando el tan manoseado tema de la elección poblana en los tribunales.

Pues se comenta que en base a mediciones recientes se dieron cuenta que si la presidencia metía las manos, el costo político podría haber sido muy, pero muy alto.

De ahí la sabia decisión de hacerse a un lado y dejar a su suerte a ese grupo de advenedizos que -digan lo que digan- no gozan de las confianzas del ahora titular del poder ejecutivo.

Por eso lo que digan en adelante serán bravuconadas, patalearán y harán lo que puedan por llamar la atención de aquel, pero sólo lograrán quedarse con la rabia y tal vez un buen jalón de orejas.

Sería mejor que aprendan más de las "pinches señales" o que contraten asesores de verdad, no amigos o recomendados que los confunden más.

Ejemplo: Se percibe que el maestro Cirilo Salas llegue a la SEP estatal; sí, el mismísimo que está muy cerca de la maestra Elba.

Saquen sus conclusiones.