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Diputados salientes “saquean” oficinas, algunos solo dejaron escritorios


Diputados de la presente legislatura que concluye el 31 de agosto, se dieron gusto a la hora de desocupar sus oficinas ya que entre ellos y sus asistentes vaciaron los espacios en donde se encontraban televisiones, equipos de sonido, de video, de proyección, sillones, cuadros y demás mobiliario de lujo del que gozaban los legisladores.

De acuerdo a una investigación realizada por el diario Reforma, las oficinas quedaron vacías, en algunos casos solamente quedaron los teléfonos en el piso; mientras que en los más decentes los diputados dejaron solamente una mesa o escritorio para soportar a los teléfonos.

La Cámara de Diputados les dio a los legisladores salientes hasta el viernes 10 de agosto como plazo para sacar todas las cosas de sus oficinas, por lo que sus empleados estuvieron muy sospechosos

El 31 de julio, los perredistas retuvieron por la fuerza a dos camarógrafos y un fotógrafo y los obligaron a borrar sus fotos de la mudanza.

En las oficinas todavía abiertas había cajas cerradas. Los cuadros estaban descolgados, envueltos en hule espuma. En las oficinas que tenían sellos de seguridad se veían nada más el escritorio y el teléfono. Los empleados que quedaban se afanaban a romper y echarlos a la basura. Pero, salvo algunos -los menos- no permitían fotos.

"Esta es una área privada", alegó una señorita que cargaba una pantalla junto a las oficinas del PRI. Aunque se le explicó que sólo era para documentar el cambio de oficinas, puso como pretextos derechos sobre su imagen para que no se le grabara.

En la Comisión de Trabajo, que preside el priista Pedro Alberto Salazar Muciño, donde también había cajas empacadas y papeles yendo al basurero cerraron la puerta, apagaron la luz y llamaron al personal de resguardo. Llegaron ocho y alegaron que San Lázaro era un espacio privado de los diputados. Admitieron que por estos días los diputados se llevan hasta las televisiones, pero según dijeron puede que sean televisiones que cada uno llevó de su propia casa.

Desde 2015, cada una de las ocho bancadas recibió una subvención fija de 1 millón de pesos mensuales para sus oficinas y actividades, más una subvención variable de 116 mil pesos al mes por cada diputado, que en enero de 2016 subió a 132 mil pesos (Reforma 28/Mar/2016).

A ese monto hay que sumar los 155 millones que se les dio en 2016 para modernizar los espacios, que habían sido remodelados apenas tres años antes, más el salario de cada diputado.

El 31 de agosto, cuando acabe el periodo para el que fueron electos, (aunque dejaron de ir desde hace meses y desde ayer ya ni tienen oficinas), cada uno se llevara más de un millón de pesos por seguro de separación individualizado, gratificación de fin de año, el fondo de ahorro solidario y aguinaldo.

Pero, el jueves 9 de agosto ya casi no había ni un diputado.

El morenista Miguel Alva y Alva caminaba por el patio central y admitía que algunos de legisladores se llevaban todo.

"Pero ya va a cambiar, ya va a cambiar este derroche", prometía.

A pesar de eso, quien se asomara a las oficinas vacías pensarían que se llevaron todo. El caso más evidente, de nuevo, fue el del PRD cuya bancada decomisó desde abril, cuando los diputados dejaron de ir a sesiones, todo el equipo a su área de prensa.

"Dijeron que el equipo que se había comprado se le iba a donar al Comité Ejecutivo Nacional del PRD", dijo uno de los trabajadores. Y añadió que sólo se quedaría el equipo viejo, propiedad de la Cámara, pero que incluso ni ese se salva.

Con información de Reforma

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