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El magnánimo Filomeno Sarmiento


Retórica
Alberto Rocha Vázquez


Para nadie en Cuautlancingo es un secreto que el ex edil Filomeno Sarmiento Torres, busca a como dé lugar, repetir como presidente municipal.

Casi a diario, Filo “el magnánimo”, obsequia aparatos ortopédicos, trofeos, balones, electrodomésticos, es padrino de generación en distintas escuelas, al igual casi siempre, acompañado de la regidora de gobernación, Mayra Isabel Ramírez Escamilla, quien sobra decir es su señora esposa.

Aquí la duda de los ciudadanos, es de donde salen los recursos para que Filo a través de su Asociación Civil Cuatlancingo en serio, esté entregando tantos apoyos, a fin de comprar conciencias, pues por un lado aunque es positivo que al menos algo le regresen a los más desprotegidos, también es cierto que se debe transparentar ese dinero, ya que no se sabe que el ex munícipe tenga empresas o un trabajo que le permita desembolsar sumas importantes de dinero.

Y por otro lado, la incesante compañía de la actual regidora en la entrega de los multicitados apoyos y la compañía del propio Filo en actos públicos a la regidora, hace que la duda cale hondo entre los habitantes.

También para nadie es un secreto, que Filo “el magnánimo”, es quien realmente maneja la presidencia municipal de Cuautlancingo, por lo que le dicen el alcalde de 7 años 8 meses, por aquello de sus tres años en la silla y el tiempo que lleve la actual administración.

De ahí que los habitantes de ese municipio, incluso panistas, no quieren que sea otra vez sea edil Sarmiento Torres, pues se estaría hablando de un auténtico Porfiriato.

Se sabe, que su primo, el ex presidente municipal, Refugio Sarmiento Galindo, tiene serias diferencias con Filo, porque a quien le correspondería la alcaldía es al mismo Cuco u otro miembro de la familia cacique de ese lugar.

Así las cosas en el municipio que está registrando un crecimiento sorprendente, pero que no se ha sabido gobernar, lo que ha generado un altísimo índice delictivo, carencia de servicios en las colonias populares e insisto, un cacicazgo digno de los mejores años del PRI.

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