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Conoce la historia de "la Madre Justiciera": le prendió fuego a quien violó a su hija

La venganza de María del Carmen García. | TWITTER

El abusado la provocó al preguntarle: "¿Cómo está su hija?". Tras ello, cuando volvió a encontrar al autor del repudiable ataque en la barra de un bar, se presentó con una botella de plástico que contenía un litro y medio de nafta. Encendió un cerillo y tomó venganza.

 

María del Carmen García, conocida como "la Madre Justiciera", se vengó de su hija Verónica Rodríguez, quien fue víctima de un abuso sexual a la edad de 13 años, la venganza se perpetró en el año 2005, luego de un reencuentro inesperado.

 

Mientras aguardaba el colectivo en Benejúzar, para trasladarse al trabajo, se le acercó el hombre que había violado a su hija y en tono burlón le preguntó: "¿Cómo está su hija?". El delincuente no imaginó todo lo que ocurriría luego de la burla: furiosa, la mujer no dudo en conseguir una botella de nafta y un cerillo, para buscarlo más tarde.

 

Cuando era una adolescente de 13 años, Verónica Rodríguez había sido abusada por un albañil, llamado Ramón Antonio Cosme. Lo llamaban 'el Pincelito' y decidió atacar a su víctima en un descampado, tras amenazarla con una navaja.

 

Algunos miembros del vecindario llegaron a afirmar que el abusador se jactaba de que iba a matar a “toda la familia” de su víctima.

 

Su suerte cambió radicalmente cuando la Justicia, en el año 2000, lo condenó a nueve años de prisión y, por otra parte, dispuso que el agresor debía pagar una indemnización de 18 mil euros por los daños colaterales causados a la víctima y su familia.



 

El reencuentro fatal

 

El 13 de junio de 2005 Verónica fue a desayunar al “Mari” y en la barra se encontró con su agresor, quien gozaba de un permiso penitenciario para circular,

 

La joven abandonó el lugar y dio aviso a su mamá, quien tomó cartas en el asunto de inmediato.

 

La "madre justiciera" se presentó en el bar con una botella de plástico que contenía un litro y medio de nafta. Furiosa, roció al hombre con el combustible y lo prendió fuego al aproximar un fósforo encendido.

 

“Cuando se disipó un poco el humo nos dimos cuenta que Ramón había desaparecido. Abrimos el baño y allí lo encontramos. Ardía como una antorcha", advirtió en aquel entonces Antonio Fernández, el dueño del local y testigo directo del acontecimiento.

 

Si bien Fernández trató de contener a la mujer, no pudo lograrlo: “Llegó hasta donde estaba Ramón, le derramó la gasolina por encima de la cabeza y le preguntó: ‘¿Sabes quién soy?’ Cuando terminó de vaciar la botella sobre Ramón le prendió fuego con un cerillo mientras le gritaba: ‘¡Para que te acuerdes de mí!’ ”.

 

“Lo sentamos en una silla y llamamos a una ambulancia. Tenía quemaduras por todas partes; el rostro en carne viva”.

 

Ramón Antonio Cosme fue asistido por una dotación del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU). Luego lo trasladaron en un helicóptero a la Unidad de Quemados de La Fe, en Valencia. Dos días más tarde, el hombre falleció.

 

A raíz de lo sucedido, García fue condenada a 9 años de prisión, pero posteriormente redujeron la condena a cinco años y medio, hasta que recuperó su libertad en 2017. Tras viralizarse la historia, en redes sociales la llaman  ‘La madre justiciera’ o ‘La madre del coraje’.

 

CA/ED

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