“CAMBIE DE OPINIÓN”
Columna
de
Héctor Manuel Pérez Cuéllar
“CAMBIE
DE OPINIÓN”.
En
repetidas ocasiones el Presidente Andrés Manuel López Obrador, dice no somos
iguales, pero sus actos dicen lo contrario, lo más reciente con esa gran
terquedad que lo caracteriza, insiste en dejar a cargo de la Seguridad Pública
a las Fuerzas Armadas, ¿acaso no es lo mismo que sus adversarios políticos como
los llama, hacían?
Considero
que todos sabemos, que la Guardia Nacional el control lo tendrá el Ejército, de
ello no cabe ninguna duda, pero muy importante ver, que la incongruencia
florece en toda magnitud, se habló hasta el cansancio que la Política del
expresidente Calderón Hinojosa, fue fallida y que el Territorio Nacional, se
tiño de rojo, que la Política de Peña Nieto, todos vimos que simplemente dejo
de hacer y, se mantuvo la misma temática que su antecesor, luego entonces que
el Presidente López Obrador, continúe en la misma sintonía y pretenda como ya
lo logró, que las Fuerzas Armadas serán las encargadas de la Seguridad Pública
del País, nos deja con un sabor de Bota Militar, en nuestros años futuros, esa
premisa de que la Milicia esté bajo el mando de una Autoridad Civil, será solo
una utopía, de ahora en adelante, la Autoridad Civil dependerá, en la
imaginaria, que tanto los militares aguantan la inquietud, de entrar de lleno a
la Política y desplacen a los civiles en esas tareas que determinan a una
Nación Democrática.
El
cambio que planteo el Presidente en el 2018, de su apuesta para controlar la
Inseguridad de México, con la Guardia Nacional, de inmediato se vio su
intención de un organismo de corte Militar, la construcción de los ya 242
Cuarteles y, miren hablar de Cuarteles, da como hecho que son militares de lo
contrario serian Comisarias, como se llaman en el Mundo Civil a sus lugares que
albergan a sus elementos policiales, la contratación en forma coloquial, “al
vapor” de 115 mil elementos, a nadie garantiza que estén capacitados para la
Seguridad Pública, solo lo determina, porque el General Secretario así lo dice
y, diría el clásico ¿quién se la hace de jamón?, prueba de ello, las palabras
de Adán Augusto López, Secretario de Gobernación, “Tenemos que confiar en el
Ejército” y, yo aquí diría, y como porqué hay que confiar si llevan, dos
sexenios sin resultados y lo que llevan de esté, los ciudadanos estamos en las
mismas condiciones de Inseguridad que con los pasados Presidentes, el estado de
las cosas no cambia.
La
perversa forma, de decir que los ciudadanos tenemos un 82.7% de confianza en la
Guardia Nacional, eso no determina que sean eficientes al combate a la
Criminalidad que, si se consolida o no, eso no se refleja en su función
principal de brindar seguridad a los mexicanos, la experiencia nos muestra que
sus acciones son siempre con la temática de metodologías militares, no hay
proximidad social auténtica, los desfiles de camionetas con un grupo de
Guardias Nacionales, no implica hoy en día disuasión, hoy los criminales dirán,
en forma coloquial, ya se la saben, quienes entonces están llevando a cabo esa
función de proximidad, pues como hasta ahora lo es, las Policías Municipales y
Estatales, con una gran deficiencia tanto en elementos, en preparación,
actualización de su solidez jurídica y, sobre todo de ser cuerpos del orden
estimulados y apreciados, dado que hasta los mismos Presidentes Municipales o
Gobernadores, los desprecian, hay innumerables casos, donde sus Derechos
Humanos son violentados, solo porque no han presentado sus exámenes de control
y confianza y, hasta la cárcel van, aquí la pregunta ¿cuántos de los Guardias
Nacionales, ya los tienen?
Nadie
desprecia, que tengamos a la Guardia Nacional, pues es algo que suma a la
Seguridad, pero de igual manera que se rija por la Ley de Seguridad Pública,
con el carácter civil que lo dice el Artículo 21 de la Constitución, hoy todo
indica que fenece ese criterio, mediante Leyes Secundarias, lo ideal es que en
ello se estuviera discutiendo en la última Cámara, que por cierto, lo está
haciendo, que este Cuerpo de Seguridad, fuera un órgano de coordinación
efectiva con las Policías locales, con disposición flexible y, no con lo rígido
que es el mundo militar, los Guardias Nacionales, en un futuro imaginario,
podrán parar a cualquier ciudadano y nadie, pero nadie, podrá protestar ante el
poder de las armas, que entre otras cosas, usarán ya las mismas que el
Ejército, violentando lo plasmado en el Artículo 16 de nuestra Carta Magna, nos
hemos quejado de ello cuando las policías lo realizan, pero no quiero pecar de
vidente, así será cuando la Guardia Nacional actúe.
El
Presidente, entrará el próximo año al declive de su mandato, quien lo suceda
tiene en sus manos, desde este momento la gran tarea de darle credibilidad a
esté Frankenstein de la Seguridad Pública sin Carácter Civil y, que todos
sabemos es una forma velada de Militarizar nuestra Patria, podrán avalar a la
Institución de la Guardia Nacional, pero la realidad es un gran ensayo más de
los muchos que los políticos en turno nos recetan, mediante el gran dedo rector
y que sus correligionarios aplauden, defender la Democracia y las Libertades de
todos los Mexicanos, no es ir en contra de México, es ir en contra de algo que
a todas luces durante los sexenios pasados, no funcionó, pero dirían los
políticos, la democracia es la suma del 50% más uno, ojalá en esto no
lamentemos, sus decisiones en las Cámaras con los aplausos consabidos ojalá no
sea ir en sentido opuesto y, no el reconocimiento de los ciudadanos, que al fin
de cuentas es a quien sirven.
“Si permaneces neutral en una
situación de injusticia entonces estás del lado del opresor”. (Desmond Tutu)
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