La Llorona: una playa virgen donde la arena (literalmente) habla
Michoacán
posee uno de los secretos naturales mejor guardados: entre los más de 200
kilómetros de costa en el Océano Pacífico conserva un litoral con altos
acantilados, arena amarilla y aguas azuladas, dignas de grandes postales y
experiencias. Tal es el caso de La Llorona, una playa que guarda su genialidad
en su gravilla; según cuentan los lugareños, al pisar este terreno se puede
escuchar una suerte de llanto, un ruido que se origina por un efecto sonoro que
ocurre debido a los componentes del subsuelo que truenan con la fricción de los
pies y la arena.
La llorona,
ese rincón privilegiado
La Llorona es
una de las costas menos exploradas de Michoacán y México. Y aunque se ubica en
el municipio de Aquila, es una playa prácticamente virgen en donde sólo se
puede acampar, pues no hay hoteles ni restaurantes; aunque sí pequeñas palapas
en donde se ofrecen antojitos elaborados con mariscos frescos. Como su vida
salvaje no ha sido perturbada, es un destino ideal para hacer snorkel,
presenciar el desove de las tortugas marinas o avistar distintas especies de
aves marinas que anidan en las formaciones rocosas.
A lo largo de La Llorona hay enramadas desperdigadas desde donde se pueden anclar las casas de campaña o las hamacas. Como no hay contaminación lumínica, el firmamento es claro y limpio; ver las estrellas y los amaneceres es una de las experiencias más valoradas entre los visitantes. Vale la pena resaltar que esta playa no tiene vida turística, por lo que hay que llevar agua potable, medicamentos de primera necesidad y los accesorios básicos para pasar una buena noche.
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