Los archivos de la pandemia
Mtra. Cecilia Sandoval Macías
Académica de
la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero (BFXC)
2020 será
conocido como el Año de la Pandemia, pero ¿cuál es la memoria que deseamos
resguardar/construir de ella para el porvenir?
Si bien esta
es la primera enfermedad de carácter global mediatizada, no es la única
pandemia que ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia. En estos
días, cuando la sobreinformación inunda los medios de comunicación y la
tecnología permite su reproducción de forma exponencial, se ha rescatado la
historia de males endémicos y epidemias para comprender el comportamiento de
las enfermedades y las soluciones dadas en el pasado, así como para tener
antecedentes e información que arrojen luz para sortear con éxito la actual contingencia
y las venideras. Para ello, la documentación contenida en los archivos de todo
el mundo ha sido y es fundamental.
Como es bien
sabido, el virus COVID-19 fue identificado en diciembre de 2019 en Wuhan,
China, y el contagio se extendió de continente en continente hasta convertirse
en una emergencia sanitaria mundial. A México llegó en febrero de 2020 y a raíz
de ello, al igual que en la mayor parte de occidente, se han tomado medidas de
prevención que han implicado aislamiento social y el redimensionamiento de la
vida misma. Las actividades laborales y cotidianas, de los sectores sociales
que se lo pueden permitir, se han resuelto en novedosas formas que nos han
obligado a tener nuevas perspectivas del tiempo y el espacio mediadas por los
recursos que ofrece la digitalidad.
Independientemente
de las profundas problemáticas asociadas a la producción masiva y al manejo de
información, resulta fundamental garantizar un registro de lo que está
ocurriendo para lograr resguardar una memoria colectiva del manejo de esta
pandemia en aras de la construcción de un conocimiento de carácter vital para
las comunidades futuras. En este sentido es pertinente y urgente pensar el
archivo con relación a la pandemia. A principios de abril, a través del comunicado
Convirtiendo la amenaza del COVID-19 en una oportunidad para un mayor apoyo al
patrimonio documental[1], la UNESCO convocó a las instituciones de la memoria
(archivos, bibliotecas, museos y organismos educativos y de investigación) a
registrar los procesos de toma de decisión y las medidas con las que se hace
frente a la enfermedad de manera local y global.
La
revaloración del patrimonio documental en el contexto actual resignifica las
funciones del archivo y pone en tensión, una vez más, cuestiones alrededor de
la construcción del discurso hegemónico como verdad, historia y memoria, así
como de acceso a la información, de manera física y digital, que visibilizan
abismales diferencias socioeconómicas en la población mundial.
Hace algunos
días, el 9 de junio, en el discurso inaugural del Seminario La Función Social
de los Archivos celebrado en el marco del Día Internacional de los Archivos,
David Fricker, presidente del Consejo Internacional de Archivos y director del
Archivo Nacional de Australia, mencionaba la apremiante necesidad un acceso
universal y más equitativo a la información, y la urgencia de documentar la
crisis como una fuente para el futuro.
El primer
documento dirigido a la comunidad universitaria de la IBERO fue publicado por
la Dirección de Comunicación Institucional el 12 de marzo. Desde entonces la
Universidad ha producido una nutrida respuesta ante la contingencia y los
dilemas que ha presentado que ha difundido a través de redes sociales y
espacios digitales: soluciones y propuestas para continuar con la vida
académica y universitaria, hasta donde ha sido posible, investigaciones y
reflexiones críticas, cursos y esquemas de acompañamiento emocional,
psicológico y nutricional para el integrante de la comunidad que los solicite,
talleres artísticos y actividades deportivas, foros de análisis, espacios
creativos y propuestas concretas de apoyo para sectores vulnerables dentro y
fuera de la institución, experiencias de cómo se ha aprendido, enseñado y
existido en esta coyuntura... Desde el momento en que las autoridades de salud
locales y federales especulaban el instante de iniciar con las medidas de
prevención y atención a la pandemia el Comité de Atención al COVID-19, los
diferentes departamentos, centros, programas y direcciones de la IBERO
comenzaron a general proyectos y contenidos, documentos, absolutamente
digitales, que conforman la memoria colectiva de nuestra comunidad, de la
IBERO.
En el Área de Acervos Históricos de la Biblioteca Francisco Xavier Clavigero, concretamente en el Archivo Histórico de la Universidad, estamos resguardando esta documentación desde la premisa de que este es un asunto de memoria y un archivo con usos y sentidos del presente, que este acervo reunirá las experiencias de esta inédita situación. Y que el archivo COVID-19 de la IBERO será una valiosa fuente de apoyo para la actividad académica y científica, así como para la memoria institucional y de la comunidad.
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